España cuenta con la cuarta industria fotovoltaica del mundo, tras China, Alemania y Japón, y es uno de los pocos países que pueden presumir de cubrir todos los eslabones de la cadena de valor de la tecnología solar, desde la producción de silicio hasta la de paneles solares. En A Coruña, concretamente, está la mayor planta de producción de silicio del país.
Piedra de silicio.
El tejido industrial directamente asociado a la energía fotovoltaica en el territorio se completa con una fábrica de paneles solares de capa delgada –tecnología paralela a la del polisilicio tradicional y capaz de producir íntegramente los generadores solares– y otro centro de fabricación de seguidores, las plataformas sobre las que se ubican los paneles en muchos ‘huertos’ solares.El mercado fotovoltaico está muy globalizado y Galicia orienta su producción solar mayoritariamente a la exportación, pero se la puede considerar la base de toda la industria fotovoltaica española posterior.
En Galicia no se dispone de la misma irradiación que en el Sur de la península Ibérica –ello excluye el aprovechamiento de otras tecnologías solares, como la termosolar–, pero cuenta con luz solar más que suficiente para el aprovechamiento de la tecnología fotovoltaica.
Gracias a un vertiginoso descenso en costes –en España las tarifas han descendido un 70% en los últimos cuatro años– se prevé alcanzar a corto plazo la paridad de red y la rentabilidad directa del autoconsumo fotovoltaico: a mediados de la presente década, a los consumidores ya nos resultará más rentable generarnos nuestra propia electricidad con unos paneles solares ubicados en el tejado que comprársela a la compañía eléctrica.
A estas y otras innegables ventajas de la fotovoltaica –ya produce electricidad durante un 30% más horas que la hidráulica o que el fuelóleo– se une la obligación de alcanzar el objetivo europeo de cubrir un 20% de consumo energético con energías renovables en 2020, lo que augura un importante crecimiento de la tecnología, cuya presencia en España se duplicará en la presente década.
De acuerdo con el Plan de Energías Renovables 2011-2020, sólo pendiente de la aprobación del Consejo de Ministros, la fotovoltaica será la fuente de energía renovable que más empleo generará durante los próximos años, hasta alcanzar la cifra de 59.022 puestos, el 20,5% de todo el empleo renovable del país.
Fuente: http://www.energetica21.com
Pues a ver si nos lo vamos aplicando...toda producción es mejor, tanto económicamente como en cuanto a desarrollo sostenible, cuando la materia prima está más cerca, reduciendo así los gastos en transporte y la contaminación que dicho transporte acarrea.
Se ve bonito todo esto, pero el problema será que nadie lo sabrá hasta que saquen algún tipo de subvención para implantar esta tecnología en los tejados de tu casa, si es que somos como borreguillos...que pena que no obliguen a usarlo en nuevas construcciones al igual que se hizo en el CTE (Código Técnico de la Edificación), el cual obliga a usar un soporte renovable como aporte a la hora de generar agua caliente sanitaria.Esto hizo que se aumentara la producción sobre todo de solar térmica (la más usada de las energías renovables para este fin).
Teniendo en cuenta que las instalaciones fotovoltaicas tienen una media de vida de 25 años (y subiendo) y una amortización media de 12 años, os imaginais no tener que pagar la factura de las grandes compañías durante unos 13 años...¿dónde hay que firmar?...pues en la mentalidad del ciudadano y aumentar la publicidad de este tipo de tecnologías, ya que mucha gente desconoce los beneficios directos de este tipo de inversiones. En este caso se trata de la fotovoltaica, pero podría aplicarse a todas las energías renovables capaces de ser aplicadas en una vivienda.
Ya va siendo hora de que el ciudadano de a píe abra su mente a las renovables, tanto por el bien propio como por el bien común.
Seguro que alguno de los que leéis esto, os preguntáis ¿y esto del silicio para que se emplea exactamente?, pues os explico así por encima y resumido:
Pues bien, el funcionamiento de una célula fotovoltaica se basa en el llamado efecto fotovoltaico, el cual se produce cuando sobre materiales semiconductores (el silicio), convenientemente tratados (dopados con Fósforo en la carga negativa N y con Boro en la carga positiva P) incide la radiación solar (en la región N) produciéndose una liberación de electrones, que es lo que produce un campo eléctrico (en la separación de ambas regiones P-N debido a la diferencia de potencia o voltaje entre ellas), lo que permite que si se conecta una carga eléctrica externa a este dispositivo se pueda obtener una corriente eléctrica con un determinado voltaje. Esto quedaría explicado en el siguiente dibujo:
Efecto fotovoltaico.
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